Para todos nosotros es una preocupación importante la salvaguarda de nuestros seres queridos y pertenencias. El incremento de los hechos delictivos hace necesaria una mayor conciencia de las medidas básicas de protección que debemos asumir, para evitar ser víctimas de un robo en nuestras viviendas.
Mejorar los niveles de seguridad de nuestras casas, generalmente implica sustituir algunos dispositivos que con el paso del tiempo han quedado obsoletos. En este sentido, las cerraduras convencionales resultan totalmente ineficientes pues son muy fáciles de abrir y en cuestión de segundos cualquier extraño puede vulnerarlas. En respuesta a esta situación han surgido diversos tipos de cerraduras de seguridad, que ofrecen mayores prestaciones e incorporan mecanismos más efectivos para evitar estas visitas indeseadas.
Por ello es frecuente que nos preguntemos cuáles son las mejores cerraduras de seguridad del mercado. Lamentablemente, no existe una respuesta única, pues cada situación merece un análisis particular. Por ello decantarse por uno u otro sistema es una decisión complicada, que debe ser guiada por un profesional, que pueda asesorarnos sobre las mejores alternativas, tomando en cuenta las características de nuestra vivienda y el presupuesto disponible.
Tipos de cerraduras de seguridad
No todas las cerraduras de seguridad tienen un funcionamiento similar. Existen diferentes tecnologías, de mayor o menor complejidad, que ofrecen respuestas específicas para distintas necesidades.
En una aproximación somera a este mundo en permanente evolución, podemos hablar de los siguientes tipos de cerraduras de seguridad:
Cerraduras multipunto
Reciben este nombre porque, efectivamente, activan distintos punto de cierre, con un solo cilindro. Estos puntos están ubicados a lo largo de la puerta, son como cerrojos que bloquean la apertura. Así, aunque se logre vulnerar uno de los puntos, los otros impedirán que pueda abrirse la puerta.
Este tipo de cerraduras puede tener desde 3 hasta 9 puntos de cierre diferentes, que se desactivan con una sola llave. De esta manera, resultan efectivas contra el uso de tarjetas u objetos similares, con los que pueden vulnerarse las cerraduras convencionales, simplemente introduciéndolas entre el marco y la puerta, a fin de alcanzar el resbalón y desencajarlo de su sitio.
Generalmente las cerraduras multipunto cuentan con ganchos antipalanca, que evitan el uso de esta técnica y brindan mayor seguridad en la fijación de la puerta.
Cerraduras electrónicas
A diferencia de las cerraduras mecánicas, que activan o desactivan los pestillos de cierre mediante el giro de una llave, las cerraduras electrónicas no utilizan este dispositivo para accionar el mecanismo. En este sentido, podemos encontrar diversos tipos de cerraduras electrónicas, que operan con tarjetas magnéticas, chips, reconocimiento biométrico o contraseñas. Todas ellas tienen en común la gran seguridad que proporcionan, pues permiten tener un mejor control de acceso limitándolo o jerarquizando, además de compartir el modo de carga, pues necesitan de electricidad para poder funcionar.
En algunos casos se trata de pequeñas baterías que alimentan la cerradura durante un tiempo determinado o fuentes de alimentación o generadores de energía continuos.
A continuación te presentamos un breve descripción de cada uno de los tipos de cerraduras de seguridad electrónica:
Cerraduras con tarjeta magnética
Las cerraduras con tarjeta magnética son muy utilizadas en las instalaciones hoteleras, así como en empresas, pues permiten discriminar los niveles de acceso.
La llave es sustituida por una tarjeta provista de una banda magnética, compuesta por partículas ferromagnéticas aplicadas sobre una base de resina (como el epoxi). En esta banda se graba cierta información codificada, que polariza estas partículas.
Las cerraduras de tarjeta magnética cuentan con un lector magnético, capaz decodificar la información de la banda, desactivando los mecanismos de cierre.
Son muy eficientes en su relación coste-beneficio, pero lamentablemente pueden ser clonadas y las bandas pueden desmagnetizarse al entrar en contacto con otras tarjetas de banda magnética.
Cerraduras con tarjeta de chip
Una versión mejorada de las cerraduras con tarjeta magnética son las cerraduras con tarjeta de chip. En este caso, la banda magnética es sustituida o complementada con un chip que está integrado en la tarjeta. El chip cuenta con un microprocesador, que almacena la información que permite el desbloqueo de la puerta.
Requieren del contacto con la superficie lectora por lo que deben ser insertadas en la ranura de la cerradura donde se encuentra el lector. La tarjeta no requiere de electricidad para funcionar, pues es la cerradura la que debe ser alimentada con energía.
Su principal ventaja es que resultan más difíciles de clonar, por lo que aportan mayor seguridad.
Cerraduras con lectura biométrica
Los sistemas de lectura biométrica funcionan gracias a la capacidad de los dispositivos de identificar los rasgos individuales de una persona. Generalmente las cerraduras con lectura biométrica utilizan la identificación a través de la huella dactilar, aunque en sistemas de mayor sofisticación puede usarse la identificación ocular. Estas cerraduras almacenan previamente en un sensor las huellas dactilares de las personas autorizadas para abrir la puerta.
En algunos casos poseen un mecanismo que les permite medir la temperatura. De esta manera se evita que la cerradura pueda desbloquearse presentando ante el lector una copia en papel de las huellas.
Son muy seguras y resulta realmente complejo vulnerarlas, pero, debido a su sofisticado sistema, suelen ser muy costosas.
Cerraduras con contraseña
Las cerraduras con contraseña constan de un panel con teclado alfanumérico, que permite la introducción de una clave personal, previamente registrada en el sistema. Para poder desbloquear los cerrojos es indispensable marcar esta contraseña, y en caso de error, muchos mecanismos incorporan un sistema de alarmas, conectados con la policía o redes de seguridad privadas.
Como en cualquier dispositivo que trabaje con códigos de seguridad, es conveniente cambiar periódicamente las contraseñas y evitar las combinaciones muy predecibles.
Este tipo de programación permite crear contraseñas para situaciones muy específicas, como por ejemplo, mientras hacemos las reformas de casa y necesitamos darle acceso a los trabajadores de la obra, pudiendo cambiarla cuando hayan terminado el proyecto.
¿Cómo ampliar la seguridad de mi casa sin instalar otra cerradura?
Todos estos tipos de cerraduras de seguridad que hemos mencionado permiten incrementar la seguridad de nuestras viviendas, pues dificultan el proceso de apertura. Sin embargo, dado que se trata de mecanismos sofisticados, el coste de estos dispositivos es bastante más elevado que el de una cerradura convencional.
Si necesitas mejorar la protección de tu hogar, pero no dispones de un presupuesto suficiente para adquirir una cerradura de seguridad de alta calidad, puedes hacer como el administrador de fincas Boadilla del Monte con los amigos de reformas Boadilla del Monte que hizo ciertas modificaciones a las cerraduras existentes o instalar sistemas de seguridad complementarios.
En estas situaciones, los cerrojos de seguridad son una buena opción. Generalmente se utilizan como segundas cerraduras, brindando a nuestras puertas una doble protección, pues se requerirán al menos dos llaves para abrirla. Y, tal como hemos indicado en notas anteriores, mientras más difícil sea vulnerar la puerta de acceso, menos riesgo tenemos de ser víctimas del robo por oportunidad.
En cualquier caso, la clave para que este o cualquier otro dispositivo de seguridad sea eficiente es dejar en manos de un cerrajero profesional la instalación. Este nos puede ofrecer las máximas garantías, evitando que una inadecuada colocación afecte el funcionamiento del elemento y reduzca o anule por completo su nivel de protección. Además, los expertos pueden asesorarnos con respecto al sistema que mejor se adapta a las necesidades de cada cliente.
En el mercado podemos encontrar cerrojos de seguridad de funcionamiento manual o automático, mediante llave. Es importante destacar que estos últimos son los más recomendables, puesto que pueden activarse tanto desde el interior de la vivienda como desde afuera. Es decir, los cerrojos manuales solo se pueden pasar cuando estamos en el interior de la vivienda, y en este sentido, lo habitual es utilizarlos en las noches, para incrementar la seguridad, pues no se podrá abrir la puerta desde afuera. En cambio, cuando se utiliza un cerrojo con llave podemos asegurarnos de que nuestro hogar estará protegido a cualquier hora del día, incluso cuando salgamos y no quede nadie en casa.
A pesar de que se trata de un mecanismo muy antiguo, no cabe duda alguna que los cerrojos continúan siendo una gran ayuda para incrementar los niveles de seguridad de cualquier vivienda o instalación comercial. Es por ello que, incluso cuando se utilicen cerraduras de seguridad tan sofisticadas como las que hay actualmente, aún se siga recomendando la instalación de cerrojos como el que instaló un compañero en casa de los poceros en Illescas.
En todo caso, siempre debemos apostar por elementos de seguridad de buena calidad, pues esto es lo que definitivamente marcará la diferencia entre un intento infructuoso, y un real y lamentable robo de nuestros bienes. Debemos tomar todas las medidas de seguridad que sean precisas para evitar que nuestro hogar sea vulnerado por los delincuentes. Y en este sentido, al colocar más de una barrera de protección les haremos el trabajo mucho más complicado y laborioso.